Real Madrid vs juventus: los secretos de la Champions 1998
A propósito de la final de este 3 de junio en Gales entre merengues y bianconeri, te contamos cinco hechos que no son muy conocidos de la final de 1998 de la Champions entre Real Madrid y Juventus:
1.- Una ‘bendita’ rebelión interna
Manolo Sanchís relató como en aquel partido fue clave una suerte de ‘rebelión’ interna de los jugadores mientras se disputaba el choque. Los primeros 15 minutos fueron un vendabal de la Juventus.
”Si no marcaron en ese momento era porque teníamos al mejor portero del mundo”, relató Sanchis. Pasado ese cuarto de hora, varios jugadores hablaron sobre el césped de cómo solucionarlo. El problema, concluyeron, es que Zidane estaba suelto. “Yo me ocupo”, dijo Karembeu, compañero de selección de Zizou.
Heynckes no sabía nada. Se lo consultaron y el entrenador dio su visto bueno. “Otro entrenador quizá no nos habría dejado”. Desde entonces el partido empezó a ser dominado por los blancos.
2.- Di Livio y el verdadero significado de su tatuaje
Mucho se ha especulado sobre porqué Di Livio, lateral derecho de la Juve en aquel partido llevaba pintado un gigantesco 1.0 en la mano derecha. Muchos pensaban que era lo que deseaba de resultado. Falso. Mijatovic reveló el motivo.
Ambos coincidieron años después en la Fiorentina y el italiano se lo confesó. Resulta que cada jugador de la Juventus tenía una onerosa prima de un millón de liras si ganaban el título. Di Livio se apuntó ese 1.0 para recordarlo en aquellos momentos en los que las fuerzas le faltasen. Era una motivación extra.
3.- Peruzzi, fotógrafo de Mijatovic y Suker
Mijatovic, autor del gol de la victoria, también ha revelado que tras la final, un amigo de Suker que había ido a ver el partido se coló en el túnel de vestuarios. Quería hacerse una foto con Suker y Mijatovic.
Llevaba su cámara. No eran tiempos de teléfonos móviles y demás. En ese momento, cuando cazó a los dos delanteros, no había nadie en el pasillo. Justo ahí salió del vestuario Peruzzi, portero de la Juve y el amigo de Suker, ni corto ni perezoso, le pidió que les sacara la foto. “Soy yo, y destrozo la cámara”, dijo Mijatovic. Pero Peruzzi se portó como “un señor” y sacó la foto de dos de los hombres que acababan de ganarle la Champions.
4.- Champán de la Juve para celebrar
El Real Madrid confiaba tan poco en el triunfo, que a nadie se le ocurrió llevar champán para festejarlo. “Estábamos en el vestuario como locos tirándonos agua”, confiesa Morientes.
Entonces entró un empleado de la Juventus con botellas de champán que llevaban el escudo de la Juve y nos dijo que lo usáramos, que ellos no lo iban a consumir. El champán de la Séptima lo pagó el derrotado de aquella noche.
5.- Jugadores fuera de la cena
También por la falta de confianza en el triunfo blanco, el Real Madrid no organizó demasiado bien la cena posterior al triunfo. De hecho, tuvieron que buscar un salón a la carrera, deprisa y corriendo y el que encontraron se quedó pequeño para todos los invitados presentes (familias, jugadores, amigos, directivos…).
Así, hubo un buen puñado de jugadores que se quedaron fuera del convite. Entre ellos, el propio Mijatovic y Suker. No les importó. Los dos se las apañaron para salir de fiesta por Amsterdam y quemar la noche holandesa antes de regresar a la capital el día siguiente.