La calaca coquetea con niños en televisión
Sin lugar a dudas, el tema de la muerte es inevitable entre padres e hijos y el reto es evitar la creación de un tabú cuando se tiene hijos en edad preescolar y primaria.
De acuerdo con expertos del Centro de Especialización de Estudios Psicológicos de la Infancia (CEEPI), la explicación dependerá de la edad de los menores, además de la forma en que los padres conciben a la muerte. Esto basado en su cultura, su religión o los sentimientos que evoca.
Hay que tomar en cuenta que el significado de la muerte aunque sea de manera vaga, ya está inculcado en los niños cuando hacen la pregunta, principalmente por los medios de comunicación que aluden a ella y porque finalmente siempre están atentos a las conversaciones de los adultos.
En términos generales, los niños tienen su primer contacto con el concepto de muerte por los programas televisión (caricaturas, películas, noticieros y ahora videojuegos), seguido de las conversaciones de sus padres, la religión y finalmente por una experiencia directa, es decir que pierden a un ser querido, que puede ser incluso una mascota, aseguran especialistas.
Según el CEEPI, a partir de los tres años los niños comienzan a crearse un entendimiento de la muerte, pero como algo temporal, no irremediable. Después de los cinco y hasta los ocho años se dan cuenta de que la muerte es irreversible y de que todos acabaremos muriendo algún día. Después de los 10 años conciben la muerte como una cita ineludible y están plenamente conscientes de ello.
Las preguntas más frecuentes son: ¿Qué pasa cuando uno se muere? ¿Te vas a morir algún día?, ¿Yo me voy a morir pronto? o en su defecto, no quieren que seas (los padres) viejo nunca – porque los abuelos se mueren pronto.
Es importante señalar que cuando son preescolares hay que tranquilizarlos e infundirles seguridad; abordar el tema con honestidad y decirles que algún tendrán que morir, pero falta mucho para ello. Los niños necesitan ese tipo de respuestas y no de explicaciones más profundas.
Asimismo, los especialistas coinciden en que fiestas como el Día de Muertos tienen la finalidad de reducir la angustia por la muerte y al mismo tiempo hacer conciencia de que algún día llegará a nuestra vida. Pero para casos más complicados, se aconsejable recibir acompañamiento psicológico para poder solucionar este proceso.