Opinión: Metro, presente y futuro

Por Mario Andrés Moreno / Presidente de la Asociación de Permisionarios del STC

Para los habitantes de la CDMX, el Metro es uno de los emblemas de identidad y forma parte de la cultura chilanga, un símbolo de movilidad y transporte. Algunos suelen presumir a la menor provocación. En una ocasión escuché que a una persona le preguntaron: “¿Cómo vas a llegar a la fiesta?” Y la clásica “en mi limosina naranja” fue la frase con la que respondió.

Para los que vivimos en la capital, el Metro es también una referencia de ubicación, es común mencionarlo cuando necesitamos decir por dónde vamos y cuánto tardaremos en llegar: “estoy en Metro Sevilla, tardo 15 minutos más”.

Históricamente se ha convertido en un punto de reunión por excelencia, aún recuerdo que para llegar a la Preparatoria Número 7, me reunía con mis amigos en la estación Merced con la especificación de reunirnos debajo del reloj, dirección Observatorio.

El Metro está en las entrañas y corazón de los “chilangos” y aunque en los últimos años han habido avances significativos en la creación de otros medios de transporte en la CDMX, este sigue siendo el que más capitalinos moviliza; ningún otro medio de transporte ofrece llevarte del sur al centro en 20 minutos, o trasladarte del oriente al norte en media hora.

El Metro, consciente de su importancia en la vida de la ciudad, también interviene en otros rubros distintos al transporte; por ejemplo, en el ámbito social apoya a los adultos mayores, personas con discapacidad y niños menores de 5 años, al darles gratuidad en el servicio.

En el ámbito cultural ofrece conciertos, exposiciones y bibliotecas, gratuitos para los usuarios. También, a través del comercio formal fomenta la economía de la ciudad logrando que varios empresarios proporcionen trabajo a más de 3 mil personas, dando oportunidad a los usuarios de encontrar diversos productos y servicios sin salir de las instalaciones del STC.

No podemos imaginar un día en la CDMX sin el Metro; simplemente sería caótico e imposible ya que en el último año movilizó a 837 millones 473 mil 413 usuarios y antes de pandemia fueron mil 568 millones 400 usuarios los que lo utilizaron. Esto hace que el Metro de la CDMX se encuentre en el top 10 de sistemas de transporte con más usuarios del mundo.

El reto de transportar a esa cantidad de usuarios se vuelve aún más plausible cuando verificamos el costo tan bajo que tiene por viaje: 5 pesos por boleto, con lo que se coloca entre los sistemas de transporte más económicos del mundo.

Ante esta realidad y, aunado al hecho de que la línea del Metro más antigua funciona desde 1969, sumado a que la administración de 2012 al 2018 incrementó el precio del servicio del Metro y lo dejó en abandono total, sin olvidar que la inversión al mismo fue nula y la opacidad absoluta, es imperativo resaltar las grandes inversiones que está realizando el gobierno federal encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobierno local encabezado por la Doctora Claudia Sheinbaum, en la renovación, mantenimiento y actualización del STC.

Algunas de las obras más importantes:

• Renovación integral de la Línea 1.
• Construcción del Puesto Central de Control de las Líneas 1, 2, 3, 4, 5 y 6.
• Modernización eléctrica del STC (proyecto Metro Energía)
• Creación del C5, el cerebro de las líneas 1 a la 6.

Ante los sucesos recientes un grupo de oposición sin escrúpulos, buscando lucrar con las tragedias, quieren expandir la idea de que no existe una asignación de presupuesto al STC por parte de la administración de Claudia Sheinbaum, pero no hay nada más falso, ya que tan solo en los proyectos mencionados se han invertido más de 41 mil 820 millones de pesos sumado al mayor presupuesto anual (2023) que se le ha dado al STC: 18 mil 847 millones 741 mil, 477 pesos.

El Metro es esencial para la movilidad de los capitalinos, desde trabajadores, hasta los locatarios formalmente establecidos en sus instalaciones, estudiantes, amas de casa, obreros, turistas y en general para todos los mexicanos. Debemos estar tranquilos y mantener la confianza en que, sin un aumento en la tarifa del Metro, el gobierno federal y capitalino, están trabajando para construir a corto plazo un Metro renovado y óptimo, al nivel de la exigencia que los usuarios merecemos.