Conoce las mallorquinas, un delicioso postre español
El restaurante de raíces ibéricas, proyecto del chef Carlos Arrieta, La Mallorquina, es el lugar ideal donde el comensal disfruta de la auténtica gastronomía tradicional española, inmerso en un ambiente cálido y acogedor, pensado para que el visitante se sienta como en su casa.
Arrieta llegó a México en 2011 con el propósito inicial de crear una chocolatería y pastelería; sin embargo las circunstancias lo impulsaron a trabajar en el montaje de restaurantes y servicios de catering.
Entre su oferta gastronómica y siendo además el origen del nombre de este lugar, se encuentran las imperdibles mallorquinas, un delicado postre de la pastelería tradicional pensado para agasajar al paladar en un pequeño bocado, que nacieron en la isla de Mallorca en España. Traídas a México por el chef Carlos Arrieta, estas galletas de altísima gama, son preparadas de manera artesanal, con masa de nata en láminas delgadas, lo que las hace ligeras y crocantes siendo un remanso de tradición y sabor para cualquier ocasión.
Desde 1929 son el producto estrella en la tradicional pastelería en Oviedo, España, fundada por el abuelo del chef Carlos Arrieta, éste último al frente de La Mallorquina en Ciudad de México; y para él, este postre es un gran representante de la repostería del lugar, incluso se siguen elaborando con la receta original que le fue heredada.
Su preparación es un homenaje a los postres más icónicos de España, son la compañía ideal para degustar un aromático café, después de una gran comida, ya sea en el restaurante o llevándolas a casa para disfrutar un momento delicioso en la calidez del hogar.
Las mallorquinas pueden ser elaboradas con diferentes ingredientes, ofreciendo una variedad para todos los gustos, entre los sabores que puedes encontrar están el cacahuate, pistache, avellana, almendra, macadamia, cacao y café crocante con base de semillas bañadas en chocolate.
“En La Mallorquina, nos apasiona compartir la rica tradición y el arte de elaborar estas deliciosas galletas. Cada sesión es una oportunidad para aprender las técnicas auténticas y disfrutar de la magia de transformar ingredientes simples en crujientes delicias. Queremos que se lleven no solo el sabor, sino también el corazón y la historia de Mallorca en cada galleta que hornean”, cuenta el Chef Arrieta, Chef Principal de La Mallorquina.
La gastronomía de La Mallorquina está inspirada en la cocina clásica de mamá y de la abuela, es un reflejo de lo que se sirve en las mesas de las casas del norte en España, de Galicia, de Asturias y del país vasco: platos con el sabor de hogar, de cuchara y de mimo, que se pueden compartir. También de ahí surge la idea de preparar las mallorquinas.
Este es un restaurante sin pretensiones, es un lugar abierto, accesible y cómodo, con un interiorismo en el que destaca el ladrillo y la madera, materiales que hacen que el comensal se sienta a gusto. Es ese lugar en donde siempre te sientes bien.
La Mallorquina más que alimentos y bebidas, ofrece experiencias. Su misión es que el comensal se vaya satisfecho y feliz por haber generado un grato recuerdo a través de los platos españoles y de su repostería.
La historia de este restaurante se remonta a 1929, cuando el abuelo del chef Carlos Arrieta, abrió su primer negocio en Oviedo, el cual sigue funcionando hasta la fecha. El nombre del establecimiento es tomado de la técnica pastelera de principios del siglo pasado, que consistía en hacer un volcán de harina y meter en el centro la mantequilla de manera manual y que dio paso a este delicioso postre.
La Mallorquina tiene tres direcciones:
Polanco: Emilio Castelar 65, Polanco.
Bosques: Plaza Arcos Bosques, Cuajimalpa.
San Ángel: Altavista 207, San Angel Inn.