El paro que cimbró los diamantes mexicanos
La intención por parte de los jugadores era crear la Asociación Nacional de Beisbolistas Profesionales (Anabe). La respuesta por parte de los dueños de los equipos de la Liga Mexicana de Beisbol fue aplastar la iniciativa.
Años antes de que se viviera el movimiento por el que los árbitros del futbol mexicano se declararon en huelga el fin de semana pasado, un grupo de peloteros nacionales también intentaron enfrentarse al sistema, pero recibieron una fulminante respuesta por parte de los directivos al expulsarlos de por vida de su actividad profesional.
El 12 de mayo de 1980, Ramón “Abulón” Hernández, en ese tiempo segunda base de los Diablos Rojos del México, encabezó el surgimiento de la Anabe, y en el que exigía prestaciones laborales de las que el gremio carecía, un porcentaje de la venta de jugadores, seguro de vida y fondo de retiro.
La explosión del movimiento se dio el 1 de julio de 1980, cuando un encuentro programado para disputarse en el antiguo Parque del Seguro Social entre los Diablos Rojos y los Tigres del México no se llevó a cabo, luego que los jugadores manifestaron su apoyo hacia Vicente Peralta, catcher de los Tigres, quien fue dado de baja por el dueño del equipo, el empresario Alejo Peralta, al enterarse de que integraba la Anabe.
Otros equipos se unieron al movimiento y el campeonato de la Liga Mexicana terminó con sólo seis de los 20 equipos que la integraban.
La resonancia del movimiento llevó a que incluso los jugadores fueran recibidos en audiencia por el entonces presidente, José López Portillo, y para el 19 de agosto del mismo año la LMB debió regirse bajo los términos de la Ley Federal del Trabajo.
Sin embargo, en este proceso, los beisbolistas fueron víctimas de actos intimidatorios de los dueños, quienes ordenaban la suspensión de los jugadores inscritos en la Anabe, entregar sus uniformes y recibir un finiquito. En respuesta, los peloteros organizaron partidos de exhibición a fin de allegarse recursos.
Como en todo movimiento, hubo quienes traicionaron la causa y optaron por volver a jugar con los equipos de la LMB, pero los que se mantuvieron fieles fundaron la Liga Nacional con equipos en ciudades como Gómez Palacio y Zacatecas, pero sólo duró dos años.
OTRAS HUELGAS DE RESONANCIA
España
La última huelga de carácter arbitral en el futbol español data de 1997, cuando en la jornada 14 de La Liga los nazarenos decidieron no dirigir debido a las críticas e insultos, que se habían hecho una constante. En la jornada dirigieron árbitros de la Segunda División B, tercer nivel del fútbol español.
Major League Soccer (MLS)
En marzo de 2014, la Organización de Árbitros Profesionales, organismo que supervisaba árbitros de la Major League Soccer, entró en cierre patronal. Es por ello que la MLS empezó su temporada 2014 con árbitros suplentes. Los árbitros suplentes estaban conformados por ex árbitros de FIFA que vivían en Estados Unidos, así como ex árbitros estadounidenses retirados de la MLS.
Liga argentina
En diciembre de 2016 pasado los árbitros argentinos se pusieron en huelga a raíz de una brutal paliza que recibió el colegiado Claudio Elrichi, de futbolistas y aficionados del Sarmiento de Ayacucho de Federal B. El titular del Sindicato de Árbitros Deportivos de la República Argentina, Guillermo Marconi, anunció que los árbitros de todas las categorías del fútbol argentino durante un fin de semana.
NFL
En 2012, el sindicato de árbitros de la NFL (NFLRA) decidió ponerse en huelga debido a que querían mejoras salariales, y ante la impasividad de la liga para alcanzar un acuerdo, tomaron la medida. La NFL respondió colocando árbitros de reemplazo, pero resultó ser una decisión negativa, pues su desempeño generó escándalo por su inefectividad. A la semana siguiente se alcanzó un acuerdo antes de la jornada siguiente y los árbitros volvieron a dirigir con normalidad.
NBA
En 2009, el basquetbol también tuvo su última huelga de árbitros. Los 57 árbitros de la NBA presionaron a la competición para que les ofrecieran un mejor contrato; durante dos meses negociaron, sin éxito, y decidieron ponerse en huelga; la liga se vio obligada a contratar árbitros suplentes. Finalmente, la liga y el sindicato firmaron un acuerdo con mejores prestaciones y la liga retomó su actividad un mes después del inicio de dicho paro.