Candelilla 16, el secreto de la cocina secreta
Por Garys Platano / @garysplatano
Este anti-restaurante (como sus creadores lo denominan) tomó el concepto de Supper Club y lo llevó más allá.
Pero ¿qué es un Supper Club? Bueno, pues son clubs de cena donde los ahora muy de moda ”Foodies” se reúnen en un lugar más casero a comer en un ambiente ameno y privado.
Candelilla 16 rinde tributo a los sabores de México y dedica mes con mes un menú especial a un estado de la República mexicana. Apartas tu lugar vía inbox o WhatsApp y un día antes de la cena te envían la ubicación para que puedas asistir a la cena.
La emoción empieza desde que llegas. Pues hasta ese momento aún no sabes qué vas a comer. Solo conoces en qué estado o lugar estará inspirada la cena.
Nos invitaron a un menú especial de postres. Esta dulce experiencia fue pedida por quienes visitan de manera recurrente este lugar, ya que el chef se especializa en postres y helados.
Una vez en la mesa, comprendes que no sólo será probar los postres. Encuentras frente a ti una carta que explica de qué estará compuesto el menú de este día, unos cubiertos y un antifaz.
Lalo, quien fue el anfitrión de esa noche, nos explica que cuando se nos indique debemos ponernos el antifaz para escuchar los tracks. Cada platillo lleva un track, una especie de radionovela de amor o desamor que da pie a la degustación.
La dulce tentación de Candelilla
Nos ofrecieron 4 postres inspirados en diferentes lugares de nuestro país. Desde Yucatán hasta Veracruz.
Al usar el antifaz, sigilosamente se mueven entre nosotros nuestros anfitriones y mágicamente cuando te los quitas, aparece el primer postre. Una marquesita, postre típico de Yucatán. Básicamente es un cono relleno de sorbete de piña tametada, vainilla, queso de bola y cajeta.
Después apareció un delicioso coco de chocolate condormado de espuma de coco, gel de coco, helado de cocoa, refresco de guanábana, granizado de jamaica y galleta de leche.
Luego, llegó el postre que enamoró a todos los paladares presentes. La naranja, que en realidad luce como tal, pero no es una naranja. Lleva mousse de especias, frambuesa, cremoso y salsa de maracuyá, acompañado de un bizcocho de vainilla, ajonjolí garapiñado y merengue de limón.
Para no perder el toque exótico y cerrar con broche de oro, nos sirvieron un nido de hormiga chicatana. Nunca había visto que se usara en un postre. Venía preparado con un nicuatole de anís, sorbete de plátano, espuma de limón, tierra y caviar de café.
En conjunto es una experiencia gastronómica donde juegan todos los sentidos en un ambiente ameno, amigable y relajado. El lugar ideal para sorprender a tu acompañante.
TIP DEL BARBON:
Reserva tu lugar con tiempo y ve con el paladar abierto a probar nuevas cosas.UBICACIÓN:
Es una sorpresa. Hasta un día antes de tu cena, conoces el lugar donde asistirás.