Letras y Espacios

Ciudad de libros, semana 10

Ciudad de libros, semana 10
  • Publishedmayo 4, 2017

DIABLO GUARDIÁN
Xavier Velasco
ALFAGUARA
Violetta tiene quince años cuando cruza la frontera con más de cien mil dólares robados a sus padres, asimismo excelentes amigos de lo ajeno. Azarosamente desembarcada en Nueva York, sobrevive durante cuatro años a todo tren, gastando varios kilogramos de dinero mal habido. Para mantener ese ritmo, acelerado todavía más por el polvo blanco que introduce por su nariz en cantidades generosas, se enseña a enganchar hombres en lobbies de hoteles lujosos.

LAS ELEGIDAS
Jorge Volpi
ALFAGUARA
La leyenda sostiene que, desde épocas prehispánicas, los habitantes de Tenancingo se han dedicado -como otros pueblos a la cerámica o a la alfarería- a una profesión singular: la prostitución. Más allá de esta versión, a lo largo de los siglos XX y XXI ha habido allí muchos padres que educan a sus hijas para ser prostitutas y a sus hermanos para traficar con ellas.

MADRES Y PERROS
Fabio Morábito
SEXTO PISO
A través de las historias que conforman este libro, Fabio Morábito nos demuestra que la normalidad de la vida cotidiana es cualquier cosa salvo uniforme. En sus cuentos, la capacidad para torcer a través de detalles nimios el curso de los acontecimientos más comunes desemboca en situaciones extremas donde la desesperación y la comicidad van a menudo de la mano. Y, por encima de todo, el tema de fondo de todos los libros de Morábito: la soledad, con sus momentos siniestros y también sus instantes luminosos.

LA VIRGEN DE LOS SICARIOS
Fernando Vallejo
PUNTO DE LECTURA
En Medellín, una de las ciudades más violentas de la tierra, un ángel exterminador recorre las calles limpiándolas de una buena parte de sus habitantes, y librando, de paso, al narrador de lo que parece molestarlo más: el prójimo. Alexis, el ángel, es un chiquillo de las barriadas, un sicario o asesino a sueldo, sin padre y sin ley. Poseído por el misticismo de la destrucción, su vida avanza sobre charcos de sangre.

Written By
Jorge Vázquez