¿Eres corredor novato?
Elegir los tenis con los que vas a correr es algo que no debe tomarse a la ligera, ya que podrías lesionarte.
Si eres principiante en la actividad de caminar o correr, invertir en unos adecuados tenis debe ser lo primordial.
En la carrera a pie hay tres fases: primero, una de impacto en la que el talón choca con el suelo; una segunda, de apoyo, donde la planta del pie está en contacto con el suelo; y la tercera fase, que es la impulsión, que es cuando los dedos provocan el desplazamiento.
La pronación se produce cuando en la segunda fase el pie se ‘hunde’ hacia dentro. La supinación es la reacción contraria, ‘hundimiento’ hacia el exterior, y la pisada neutra es en la que no se produce ningún hundimiento del pie, siendo el eje del desplazamiento lineal.
Los tenis no deben quedar ni muy justos ni demasiado holgados, aproximadamente debe de sobrar como medio centímetro entre el dedo más largo y la puntera. Si la zapatilla queda grande, se pueden producir desplazamientos que provoquen problemas de uñas, falta de estabilidad e impulsión, recalentamiento de las plantas, rozaduras y ampollas.
Otra cosa a la que no prestamos mucha atención es el tipo de atadura que hacemos. Según la altura de nuestro empeine nos podrá ir mejor un tipo de atadura u otro: en escalera, cruzados por fuera, cruzados por dentro, saltándonos algunos ojetes, de manera que las zapatillas nos sujeten el pie correctamente, sin causarnos presiones indebidas.
Los tenis no deben quedar ni muy justos ni demasiado holgados, aproximadamente debe de sobrar como medio centímetro entre el dedo más largo y la puntera.
Cuando vayas a comprar unos tenis, primero explícale al vendedor lo que necesitas, déjate asesorar y después no dudes en probarte un modelo y otro hasta que encuentres el más cómodo. No dejes que la prisa te lleve a una mala elección o a una lesión provocada porque un zapato te aprieta demasiado.
Correr es un acto tan sencillo que a veces no nos paramos a pensar en todo lo que conlleva. Cuando corremos atravesamos las fases de impacto, apoyo e impulsión, y todos pronamos, en mayor o menor medida, pues nuestro pie rota hacia el interior, lo que sucede es que sólo llamamos pronadores a aquellas personas que cuando corren giran en exceso el pie hacia el interior.
Cuando elegimos unos tenis debemos tener en cuenta para qué los vamos a utilizar, incidiendo sobre todo en dos premisas: la superficie por la que vamos a correr y si las usaremos para entrenar o competir. Según la superficie variarán las suelas, con clavos para la pista y el cross, con relieve pronunciado para trail (montaña), con menos dibujo para entrenar en tierra, asfalto o hierba, o casi lisas en el caso de las de competición en asfalto.