La “Edición perdida” del Vive Latino
Por Francisco Zamudio
El cartel del próximo Vive Latino, es claro: 19 Festival Iberoamericano de Cultura Musical Vive Latino, se lee en la parte superior del afiche. Y en efecto, si contamos las ediciones celebradas entre 1998 y el 2018, con todo y los años en que no se celebró, llegamos a dicha cifra.
Sin embargo, en algún lugar de la historia del festival, archivada en un rincón donde ahora mismo la cubre el polvo de los tiempos; se encuentra una edición más del Vive Latino, una que debió haber llevado el número 9 por su realización cronológica, la cual tuvo verificativo en Sudamérica el 15 de abril de 2007.
Vive Latino Chile 2007
El Club Hípico de Santiago fue, acorde a crónicas de la época, el recinto que acogió la ahora “edición perdida” del Vive Latino. Sobre el lugar se desplegaron tres escenarios, donde desfilaron alrededor de 54 actos provenientes por supuesto del país anfitrión, de México, Argentina, Venezuela, Uruguay e Inglaterra, representado por el grupo Keane.
“Con un incidente poco usual en un tablado partió el festival Vive Latino Chile, que congrega a más de 50 bandas en tres escenarios desplegados en el Club Hípico de Santiago.
Encargada de abrir los fuegos estuvo la banda punk Fiskales Ad-hok, que además protagonizó una abrupta salida del proscenio, porque su vocalista se trenzó a golpes con un asistente de audio.
Con algo de desorden comenzó cerca de las 10:00 horas el ingreso al Club Hípico de los miles de asistentes que participan a esta hora del festival Vive Latino, quienes tuvieron algunos inconvenientes por la falta de una señalización adecuada que indicara cómo acceder al recinto.
Sin embargo, una vez adentro, los miles de asistentes han recorrido los tres escenarios del evento, que tiene música simultánea de diversos exponentes tanto chilenos como latinos.
En tanto, la organización confirmó que el grupo mexicano Panda canceló su participación por disconformidad con el horario asignado, que era a las 22:00 horas en el escenario blanco.
Ese fue el reporte inicial de Radio Cooperativa, una de las emisoras más importantes de Chile, con una historia que a la fecha lleva más de 80 años al aire.
No obstante el trastabillante inicio, el Vive Latino 2007 Chile, al que según reportes oficiales acudieron más de 50 mil asistentes; transcurrió de ahí en adelante sin ningún contratiempo, salvo quizá la cancelación del grupo mexicano Panda, que no aceptó tocar a las 10 de la noche.
El público, pasó una cálida tarde-noche de música y diversión, donde destacaron bandas como Los Bunkers, que iniciaron su actuación con Ven aquí, una de sus canciones más representativas, en tanto que Ciro Pertusi y su Attaque 77 pusieron a bailar a las masas con Arrancacorazones y Beatle.
Los de Chancho en Piedra desplegaron altas dosis de reggae rock y demás ritmos bailables con Locura espacial y Multi-ricachón, mientras sus músicos salieron disfrazados como algunos personajes de El Chavo del Ocho como “El Chavo”, “Quico”, “El Sr. Barriga”, “Don Ramón” y “El Chapulín Colorado”.
Rata Blanca hizo cantar Mujer amante a sus fans, quienes no sólo entonaban la letra de la rola, sino las notas de la misma. “Órale, Chile, carajo”, arengó Adrián Barilari a sus incondicionales, mientras que Jorge González, sin Los Prisioneros pero escoltado por Los Bunkers, interpretó clásicos tipo We are sudamerican rockers o ¿Por qué no se van?.
¿Por qué el olvido?
Los británicos de Keane se encargaron de cerrar aquella edición del Vive Latino Chile 2007, cuyos números oficiales, de menos los 50 mil boletos vendidos, fueron más prometedores que la mismísima primera escenificación del festival en México, adonde no llegaron ni 25 mil fieles del rock en español.
¿Por qué la productora del Vive Latino delegó al olvido su edición 2007 en Chile?, ¿por qué ni siquiera está contabilizada como parte del concepto? No lo sabemos, quizá al final las cifras no cuadraron para la época en que se realizó.
Mientras tanto, dirijámonos estos próximos 17 y 18 de marzo, a la 19 edición del Festival Iberoamericano de Cultura Musical Vive Latino (¿o será pertinente decir la vigésima?), un festival con personalidad propia, que ya forma parte indisoluble del imaginario musical mexicano de los últimos tiempos.