Lobo hombre en París
La Unión fue un grupo español de cierta relevancia, al menos en México, gracias a una canción que aún hoy suena, casi siempre de madrugada, tras varias rondas de alcohol, y que es cantada con emoción por aquellos que aguardan el amanecer: “Lobo hombre en París”. Incluida en el disco Mil siluetas, el tema está inspirado en un cuento de Boris Vian, escritor francés que nació el 10 de marzo de 1920 en Ville-d’Avray, Francia.
El cuento se titula “El lobo-hombre” (“Le loup garou”), porque la transformación del protagonista es a la inversa: Denis es un lobo que se convierte en ser humano cuando el Mago del Siam lo muerde en “un codillo”. El inicio del relato es maravilloso, con un pie en la tradición de los cuentos infantiles clásicos y una ironía oculta: “En el Bois des Fausses-Reposes, al pie de la costa de Picardía, vivía un muy agraciado lobo adulto de negro pelaje y grandes ojos rojos”.
La vida de Boris Vian fue breve e intensa. Ingeniero de profesión, abandonó la regla de cálculo para convertirse en escritor; como Denis, Vian fue mordido por el deseo de la creación que lo impulsó a escribir novelas, obras de teatro, artículos para periódicos y revistas, tradujo novelas, compuso canciones y durante muchos años tocó la trompeta, una de sus grandes pasiones, interpretando el género de moda en los años cuarenta: jazz. No lo hacía nada mal, a decir de quienes lo vieron tocar. Su afición por el jazz le permitió relacionarse con Duke Ellington, Charlie Parker y Miles Davis, figuras que iban a Francia, en específico al barrio de Saint Germain, centro de gran actividad nocturna y donde la música nunca dejaba de sonar.
Debido a problemas cardiacos, Boris Vian dejó la trompeta para dedicarse de lleno a la escritura. Gracias a sus correrías nocturnas conoció a toda clase de personajes, entre más estrambóticos mejor, como los que pueblan sus cuentos y novelas. Escupiré sobre vuestras tumbas, novela contra el racismo imperante en Estados Unidos, fue llevada al cine a pesar de que Vian fue relegado del proyecto. El 23 de junio de 1959 sufrió un ataque al corazón mientras veía el preestreno de la cinta en el cine Le Petit Marbeuf. Tenía 39 años de edad.