Réquiem de Mozart, ¡Como nunca se ha visto en escena!
Réquiem de Mozart, donde la música y la danza se vuelven uno solo ser, dicotomía mágica, llena de arte y belleza, donde la dualidad vida-muerte/muerte-vida, se nos presenta mediante el movimiento del cuerpo, aprisionado en el espacio físico más no en el expresivo.
Este nuevo espectáculo tendrá su estreno mundial el 7 de noviembre en el Auditorio Nacional, a beneficio de la Fundación Reintegra, la cual trabaja a favor de la justicia social, equidad de oportunidades y derechos, logrando mediante sus programas sociales alternativas y éxitos, en pocas palabras
El coreógrafo internacional George Céspedes nos muestra su nuevo trabajo dancístico con 200 artistas en escena, donde una vez más, la estética se conjugará con el movimiento del cuerpo para mediante el lenguaje del arte, transmitirnos en perfecta mancuerna un Réquiem de Mozart visto con ojos contemporáneos, las posibilidades que encierra esta maravillosa puesta, son sin duda, infinitas.
El Réquiem en Re Menor (KV 626), es la última obra de Mozart, la cual no terminó en su totalidad, debido a la muerte que lo sorprendió en pleno acto de creación, sin embargo, nos legó partes de la más hermosa e inefable música como el “Dies irae” y “Lacrimosa”.
Contará nuevamente con la participación del primer bailarín Rasta Thomas, reconocido mundialmente y quien se ha destacado por su participación en el Ballet Kirov, El American Ballet Theatre, El Ballet Imperial de Rusia, El Ballet de España, El Ballet Universal de Corea, entre muchos otros.
Danza contemporánea de Cuba es una de las agrupaciones dancísticas más importantes del Mundo, que desde su fundación tiene un innegable reconocimiento internacional, a lo largo de su historia ha realizado más de 28 estrenos. Asimismo, diseñó especialmente la coreografía de Carmina Burana –producción Monumental-, la cual se ha presentado varias veces en México y ha arrancado siempre las ovaciones del público asistente.
Carlos Miguel Prieto es uno de los grandes directores de la actualidad, como demuestra su gran demanda por parte de muchas de las principales orquestas norteamericanas, como las sinfónicas de Cleveland, Dallas, Toronto y Houston, o la Sinfónica de Chicago, con la que ha mantenido una relación especialmente estrecha y exitosa.