Los mitos de la psiquiatría
Cuando escuchamos o decimos que tal persona tiene que ir al psicólogo, inevitablemente nos viene a la cabeza la idea que le falta un tornillo. Pero cuando se pronuncia la palabra psiquiatra aún hoy en día, invariablemente se asocia con la locura.
Pero esto no es del todo así. Aunque la psiquiatría es una especialidad de la medicina dedicada al estudio, prevención y tratamiento de las enfermedades mentales y los trastornos del comportamiento humano, no significa que todos los pacientes que acuden a tratarse padezcan graves enfermedades o trastornos mentales incurables o intratables.
Incluso, por ejemplo, hay personas que requieren solo de una pastilla, en algunos casos de media e incluso hasta de un cuarto de píldora al día para nivelar algún desequilibrio químico en su cerebro, lo que permite compensar la función inexistente y lograr en el individuo una vida normal.
Según datos del Instituto Nacional de Psiquiatría:
7% de pacientes diagnosticados con depresión
7% con trastorno de pánico
1.6% con trastorno bipolar
1% con esquizofrenia
1% con trastorno obsesivo compulsivo
Lo mismo sucede con cualquier medicamento recetado para la presión arterial –por citar un ejemplo–, al igual que la medicina psiquiátrica, el medicamento debe ser tomado a diario para lograr que el paciente mantenga control y estabilidad en su organismo.
Es importante señalar que algunos especialistas piensan que los diversos padecimientos psiquiátricos no solo son originados por una cuestión química cerebral, si no también derivados de una compleja interacción de factores genéticos, bioquímicos, psicológicos, sociales y culturales.
La confusión podría generarse quizá en la dificultad de explicar algo tan complicado como la enfermedad física o mental y la interpretación que se le da a ella misma.