Sergio Arau: con Trump a las trumpadas
¿Cuántas veces la realidad ha rebasado a la ficción? ¿en cuántas ocasiones la literatura o el cine han profetizado los cambios en el mundo? y es más, ¿cuántas de estas profecías se han quedado cortas?
Hace 13 años la película Un día sin mexicanos de Sergio Arau nos mostró el apocalipsis de California, Estados Unidos, el derrumbe de la décima economía del mundo (si fuera un solo país), el caos, la desesperación, cuando de repente una tercera parte de sus 40 millones de habitantes desapareció: ese día California se quedó sin latinos y con ello, sin agricultores, personal de aseo, cocineros y otras personas que hacían el trabajo “que ni los negros quieren hacer” (Vicente Fox dixit).
Lo que en 2004 fue una sátira política con tintes caricaturescos y en tono de comedia, hoy se está convirtiendo en trágica realidad cuando el flamante presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, ha comenzado a cumplir sus promesas de campaña: la construcción de un muro en la frontera de su país con el nuestro, la deportación de migrantes indocumentados y la persecución de los bad hombres allá y, según la célebre llamada telefónica, acá.
“La verdad, en Estados Unidos está de la chingada. Yo estoy en ambos lados del muro. Viajo constantemente entre México y Los Ángeles, a pesar de que llevo viviendo 25 años acá”, cuenta Sergio Arau por teléfono a RED CAPITAL.
El cineasta, músico y pintor relata cómo se viven estos momentos en la Unión Americana ante la abrupta trumpada xenofóbica que han recibido todos quienes no son miembros de la supremacía blanca.
“Estuvimos en el aeropuerto en una manifestación que se organizó de volada cuando pararon a todos los musulmanes que venían de regreso de sus países: son ciudadanos, tienen Green Card, pagan impuestos, tienen sus familias aquí…”
Sin embargo; Arau aclara que “California es como el oasis. Es uno de los estados más alivianados, porque hasta el gobernador (Jerry Brown) y el alcalde de Los Ángeles (Eric Garcetti) se han pronunciado en contra de las políticas del presidente de los Estados Unidos. Garcetti puso 10 millones de dólares para defensa legal del migrante y están peleando para que siga siendo ciudad santuario, pero claro que hay amenazas de Trump de que les va a quitar presupuestos federales, pero entonces nosotros no vamos a contribuir a esos presupuestos… sí está cañón, la verdad todo mundo decía ‘¡ay, no! Trump está diciendo esto para ganar las elecciones’, pero no güey, llegó con todo”.
PREPARA SERIE DE UN DÍA SIN MEXICANOS
Cuando filmaste Un día sin mexicanos (2004) te viste muy profético.
“Está por pasar, ya mucha gente está pensando en regresar a sus países.
Nosotros estamos trabajando en la continuación. Originalmente íbamos a hacer la segunda parte de la película que se llamaría Otro día sin mexicanos, pero ahorita surgió la chance de hacer una serie y estamos en pláticas porque podríamos contar más historias, porque es absurdo lo que está pasando.
“Yo llevo 25 años aquí (en EU) y siempre tengo un pie aquí y otro en México, pero hay mucha gente que ya se integró totalmente y es estadounidense. Hay toda una historia desde que se formó este país. Desde el día uno de este país ya había aquí un chorro de mexicanos porque, pa’ empezar, este era territorio nuestro. Entonces, hay familias que no cruzaron la frontera, la frontera los cruzó a ellos. Eran mexicanos y un buen día dijeron “¡ah chingá! ya quedé yo de este lado”.
Arau cuenta que la escalada de acontecimientos en la política estadounidense lo ha hecho replantearse varias veces la secuela de su aclamado filme.
“Ya habíamos hecho un guión para la película pero lo hicimos antes de las elecciones, antes de las campañas, entonces cuando éstas empezaron dijimos ‘¡ay, en la madre!’ y empezamos a corregir el guión, pero luego fue mucho más lejos y ¡resulta que sí ganó Trump! eso es algo que no imaginamos. Estamos reescribiendo la historia general, pero si va a ser serie necesitamos más historias y más escritores, pero la trama esencial ya la tenemos”.
DE BOTELLITA A LOS HEAVY MEX
Luego de que en 2013, Sergio Arau anunciara la muerte de Botellita de Jerez “provocada por grandes diferencias irreconciliables, incompatibilidad de caracteres y chingaderas”, este año el guitarrista y cantante creador del guacarock (junto con Armando Vega-Gil y Francisco Barrios) regresa a la escena musical con su nueva banda Sergio Arau & los Heavy Mex, continuación de su proyecto de los 90s Sergio Arau y La Venganza de Moctezuma.
En esta nueva agrupación se fusionan el poder del metal y el punk con temáticas y melodías muy mexicanas, que responden a la intensidad del momento que estamos viviendo.
“Soy adicto a tocar y estaba buscando músicos acá en Los Ángeles y de repente en un café estaban dos rockeros hablando en español. Los conocí y tienen un grupo que se llama Rusty Eye. Son metaleros de México que se vinieron a Estados Unidos hace 12 años y tienen ocho discos, me invitaron a verlos tocar y me gustaron muchísimo, nos hicimos cuates y un día les dije que me acompañaran y en lugar de armar una banda con piezas separadas yo unirme a ellos que ya están muy amarrados. Empezamos a ensayar, me latió mucho y de ahí salieron los Heavy Mex”.
A diferencia de sus trabajos anteriores, la nueva música de Arau suena mucho más poderosa, con dos guitarras, bajo y batería fuertes, algo que parece haber sido olvidado por las nuevas generaciones de rockeros.
“El disco lo grabamos tocando todos en vivo… la banda toca cañón, la vedad, tocamos fuerte. No sé qué me pasó, pero con la edad me estoy volviendo cada vez más punk, más metalero, más rockero. Ahora que crezca a ver si se me cura”.
SERÉ UN PRESIDENTE MUY HONESTO
Como punta de lanza de su proyecto musical con los Heavy Mex, Sergio Arau publicó el tema Quiero ser presidente, el cual acompañará con una campaña política “honesta”.
“Es como una fantasía. De chico era bien portado, siempre por las causas justas, pero vi que hay algunos que se chingan a todos y se quedan con todo y todos los presidentes hacen una bola de chingaderas y no pasa nada, entonces me dije ‘pu’s yo quiero ser presidente’”.
De esta forma, Arau está organizando su campaña “basado en la honestidad”, porque dice que la gente se queja de la falta de este valor. “Entonces, antes que nada, yo soy honesto y mi lema es: ‘chingarte es mi compromiso’ y soy muy honesto, le voy a dar las secretarías y las concesiones a mis cuates, a mis socios, a mi gente… y a los demás me los voy a chingar. Soy honesto, les estoy diciendo lo que va a pasar”.
¿Serás como el presidente Donald Trump?
“Es el primer presidente que conozco que cumple sus promesas, entonces lo tomo como ejemplo y voy a cumplir mis promesas de chingarme a todos”.
En un terreno utópico, aquí está la plataforma política del presidente Sergio Arau:
- Yo sí haría el muro, pero lo pagaría Trump.
- Una vez hecho el muro, pa’ empezar, cobraría cover para entrar a México. Porque si vas a Tijuana, hasta da coraje ver a tanto gringo entrar como Pedro por su casa y ponerse hasta las chanclas, entonces no. Yo cobraría cover.
- Abriría clínicas de rehabilitación contra las adicciones en todo este lado de la frontera para que los gringos, que son los mayores consumidores de drogas de todo el mundo, se pasaran un tiempo ahí… pagando, por supuesto. Sería un gran negocio, Pemex se quedaría corto.
- Como todas las armas que trae el ejército, la policía y los narcos en México llegan de acá (EU), haría balas sin plomo, porque ya ves que es un metal que contamina, entonces serían balas autosustentables, armas ecológicas, ecofriendly.
Arau define así su picardía y sentido del humor: “en esencia es caricatura política. Cuando llevas las cosas a un extremo es cuando te das cuenta de lo ridículo y el sinsentido de lo que vivimos”.