¿Te gustaría probar la cerveza del antiguo Egipto?
Con base en antiguos documentos y representaciones gráficas, se hará la recreación del proceso de elaboración de la cerveza del Egipto antiguo en la conferencia-demostración Heneqet. Cerveza egipcia, este viernes 13 de abril a las 17:00 horas, en la Sala Eusebio Dávalos del Museo Nacional de las Culturas del Mundo.
A cargo de la actividad estará el maestro cervecero Óscar Sánchez Martínez, de la “Cerveza artesanal 8 almas”, que aportó sus conocimientos para aproximar el sabor de la bebida de cebada elaborada por los antiguos habitantes del Nilo. Acompañado por el arqueólogo Gerardo P. Taber y con la coordinación de Miguel Valdés, del Museo Nacional de las Culturas del Mundo.
Durante la conferencia se explicará cómo se elaboraba la cerveza en Egipto, cuáles eran los ingredientes principales y el significado de la bebida para los pobladores de milenios pasados. Además, brindarán el panorama sobre cómo se llevó a cabo este proceso de recreación.
La idea principal es mostrar que los museos son capaces de generar nuevos conocimientos a partir de la combinación entre disciplinas. En este caso, se propuso juntar la Egiptología con la gastronomía para comprender mejor la alimentación en el Egipto faraónico, mencionó el investigador Gerardo Taber.
Esta bebida “se está recreando bajo todo un concepto de investigación que se llama arqueología experimental… con los materiales que se conocen, lo más apegado a los procesos antiguos para tratar de inferir cómo se hacía y, más importante, cómo sabía esta bebida”, explicó.
Gracias a los textos y representaciones plasmadas en las tumbas, se identificó el procedimiento para la elaboración de la cerveza, conocimiento con el cual se hizo esta serie de experimentos para aproximarse a la antigua bebida. Todo el procedimiento fue realizado en colaboración con Óscar Sánchez, de la Cervecería artesanal 8 almas.
Aproximadamente, entre el 5000 y el 5550 a. C. se ubican los primeros registros de elaboración de cerveza egipcia, la cual era una de las fuentes más importantes de nutrición para los antiguos pobladores de la región. Todo ello debido a las propiedades nutricionales que otorgaban los ingredientes como la cebada, el trigo, el algarrobo y la miel.
Así, la cerveza se convirtió en uno de los alimentos esenciales y cotidianos para los egipcios, pues cumplía con diversas funciones vitales, como la hidratación; además brindaba la energía necesaria proveniente de los almidones, los cuales eran generados en el proceso de fermentación del trigo y la cebada.
“La cerveza, tanto en el mundo antiguo hasta la Edad Media en Europa, era más pura que, incluso, el agua que contenía bacterias”, puesto que el proceso de fermentación produce alcohol que es por naturaleza bactericida, comentó el egiptólogo.
También, esta bebida alcohólica era parte de las actividades rituales en Egipto, pues muchas veces era utilizaba en la ofrenda destinada a los dioses y otras ceremonias funerarias. Al respecto, el investigador concluyó que por eso pensamos que “los egipcios pretendían seguir tomando cerveza en el Más Allá”.
Hasta el momento, los registros del investigador del MNCM indican que han existido algunos intentos de recreación de este tipo de cerveza en Inglaterra, durante la década de los años 90, y en Estados Unidos con atributos parecidos al brebaje de los egipcios antiguos. Sin embargo, esta es la primera vez que se intenta en México.
Este evento abre la posibilidad de seguir experimentando con otros tipos diferentes de cerveza egipcia, muy distintos a la propuesta básica que se presentará este viernes.
La conferencia-demostración busca que el público viaje en el tiempo a través de su paladar. Gerardo Taber espera que el público pueda decir al final de la sesión, “estoy probando algo que hace miles de años no se hacía y que en realidad no es tan diferente a lo que seguimos tomando en la actualidad”.
Más allá de probar una cerveza exótica o artesanal, los organizadores de este evento pretender que el paladar de los visitantes explore la cultura a través de sabores muy antiguos y casi perdidos. “Gracias a estos esfuerzos podemos tener un atisbo de cómo era el oro líquido de los faraones”, concluyó Taber.