San Miguel de Allende y su belleza colonial
Con su maravilloso magnetismo, es uno de los destinos predilectos del turista internacional. Su arquitectura colonial y el ambiente de sus calles la hacen una ciudad cosmopolita. Una inteligente percepción de la calidad de vida ha hecho que San Miguel de Allende conserve su arquitectura, sus calles empedradas, sus tradiciones y cultura.
Atrás de las antiguas puertas aparecen hermosos patios coloniales de una amplia variedad de hoteles de gran turismo y restaurantes internacionales. Es un refugio natural de talentosos artesanos y artistas nacionales e internacionales que se exhiben en numerosas galerías de arte.
Hoy aparece como un magnífico bazar con galerías, tiendas de arte y artesanías entre señoriales edificios del periodo Virreinal como la Casa-Museo de Allende, la Casa del Conde de la Canal, el Templo de la Concepción o Las monjas y el Oratorio de San Felipe Neri.
En su plaza principal es digna la Parroquia de San Miguel Arcángel y, a pocos pasos, el Centro Cultural El Nigromante, el Instituto Allende y el Templo de San Francisco. Se enriquece además con los Festivales de Música de Cámara y de Jazz o su acreditada Feria de la Lana y el Latón.
Su reconocida calidad gastronómica nacional e internacional y sus sitios espléndidos de esparcimiento. A la belleza de sus calles en esta ciudad cosmopolita se aúnan el encanto de cafés, restaurantes de alta cocina internacional, bares y singulares centros nocturnos.
Por la noche San Miguel de Allende revela su esplendor y se convierte en un lugar lleno de entretenimiento disfrutando de una cena a la luz de las velas con música en vivo para bailar hasta el amanecer, es otra maravilla de este Pueblo Mágico.
La ciudad, que se encuentra ubicada en Guanajuato, fue fundada en 1542 por el monje franciscano Fray Juan de San Miguel, quien bautizó el asentamiento como San Miguel el Grande. Era un punto de paso importante del Antiguo Camino Real, parte de la ruta de plata que se conectaba con Zacatecas.
En 1900, San Miguel de Allende estuvo a punto de convertirse en un pueblo fantasma. En 1926 fue declarado monumento histórico por el Gobierno mexicano, por lo que desde entonces el desarrollo en el distrito histórico está restringido para conservar el carácter colonial del pueblo.
Durante la década de 1950, San Miguel de Allende se convirtió en un lugar turístico conocido por su bella arquitectura colonial y sus fuentes termales. Después de la Segunda Guerra Mundial, San Miguel comenzó a revivir sus atractivos turísticos cuando muchos soldados norteamericanos fuera de servicio descubrieron que los servicios educativos de instituciones de EE.UU. acreditaban al Instituto Allende (fundado en 1950), por lo que se garantizaba la educación de su familia, dado lo cual comenzaron a pasar largas temporadas en esta ciudad.
El lugar es famoso a nivel mundial por su clima templado, los ojos de agua termal, y su arquitectura. San Miguel de Allende ha atraído una gran comunidad de residentes extranjeros, que componen gran parte de la población.
Algunos de los principales sitios de interés son el Instituto Allende, el Teatro Ángela Peralta, La Santa Casa de Loreto, la Biblioteca Pública, el Templo de Nuestra Señora de la Salud, el Jardín Principal o Plaza Allende, la Parroquia de San Miguel Arcángel, la Casa de los Conde de la Canal, el Oratorio de San Felipe, el Instituto “Ignacio Ramírez El Nigromante”, el Paseo del Chorro, el Templo y Convento de San Francisco y el Santuario de Atotonilco.